lunes, 8 de enero de 2018

Patrones de líneas



ARTE ABORIGEN AUSTRLIANO

ARTICULO APARECIDO EN LA REVISTA ESCANER
ARTE ABORIGEN AUSTRALIANO: DEL MITO AL MERCADO DEL ARTE

Por Ximena Jordán: ximejordan@gmail.com

Historias míticas, historias mágicas
      Un hombre Jakamarra se levantó una mañana y vio un pisadas de canguro joven en dirección al Este. El hombre siguió las pisadas hasta que llegó a Pirlinyanu, lugar donde encontró al canguro y lo espió hasta que éste se durmió a los pies de un árbol. Después de haber matado de un lanzazo al animal lo puso en una hoguera y se durmió mientras el canguro se cocinaba, sin tomar en cuenta que el viento crecía y expandía las llamas, las que encendieron el pasto seco circundante. El humo creó una gran nube negra y empezó una tormenta. Jakamarra se despertó con el sonido de los truenos y vio los relámpagos. Acarreando al canguro, el hombre corrió en dirección al este cobijándose debajo de árboles casi siendo atacado por lo relámpagos. Finalmente llegó a su casa: una cueva de nombre Jayirlparnta. En Pirlinyanu hay ahora cerros y un agujero de agua. La tormenta mítica continuó viajando hacia el Este. Esta historia del Dreamtime les corresponde a hombres Jakamarra y mujeres Nakamarra.
Historia mítica (Dreamtime story) "de la Lluvia y el Canguro". Cultura Warlpiri. Yuendumu, desierto Australiano central. Recolectado y traspasado a escritura en 1987. Editado en el 2008.
     La cultura aborigen australiana abarca cuarenta y cinco grupos lingüísticos vigentes en la actualidad. Estos, son los que restan de los doscientos cincuenta existentes en el momento de previo a la invasión inglesa. Interesantemente, todos estos grupos lingüísticos - que dan cuenta de la diversa cultura aborigen australiana prevalecente en la actualidad - estructuran y comunican su sistema de organización social, geográfica y económica en historias, como la que acabamos de leer. Son historias funcionales y a la vez simbólicas; depositarias de los conocimientos necesarios para sobrevivir en los hostiles ecosistemas que coexisten en el vasto territorio oceánico continental.
     Asimismo, estas son historias mitológicas, en cuanto contienen las creencias espirituales propias de la cosmovisión de la cultura a la cual pertenecen. A la vez, son historias pedagógicas. Así, por ejemplo, en la narración que acabamos de leer aprendemos que una técnica eficiente para cazar una canguro es seguir la dirección de sus huellas todo lo posible. Mientras más brincos a dado el animal, más cansado estará y una vez que está cansado se tenderá a dormir, siendo este el momento preciso para cazarlo. Aprendimos que después de una larga y extenuante jornada de caza y una vez obtenido el trofeo, viene el hambre, pero que si además se siente sueño, será esta la necesidad que priorizar en satisfacer, porque cocinar con sueño puede conducir a la generación de un incendio. Y lo que viene después es claramente el aspecto mítico y simbólico de la narración: el cómo los espíritus míticos, que suelen encarnarse en fenómenos climáticos fuertes, salvan a Jakamarra y salvan la tierra de morir incendiados mediante la generación de una tormenta, a la vez que reprenden al cazador distraído amedrentándolo con relámpagos que ponen en riesgo su retorno al hogar.
      ¿Se dan cuenta la cantidad de información contenida por una historia "aparentemente" breve y simple? Hay que considerar también que esta es la versión actualmente rescatada de la historia original, la cual seguramente era considerablemente más extensa y  la cual, sin duda, incluyó en su momento original más datos, tanto culturales como funcionales, que los extraídos por la edición editorial reciente. Este trabajo editorial en ciento ciencuenta historias míticas es realizado frecuentemente por editores como yo, que no soy Warlpiri y que, por lo tanto, no estoy culturalmente capacitada como para extraer la totalidad de la sabiduría de estas historias. Hay cientos de historias encerrando mucho conocimiento, conteniendo un acervo cultural que amenaza con desaparecer, de no ser apropiadamente documentado.

Historias contadas, historias pintadas
      Afortunadamente, profesionales de las áreas del arte y la antropología hacen un esfuerzo sostenido por mantener vigentes estas historias a través de su recolección y documentación escrita (trabajo que me tocó realizar a mí en el centro de arte Warlukurlangu). No obstante, la principal acción de conservación de esta tradición narrativa la ejercen sus mismo depositarios directos; los aborígenes; a través de la representación pictórica de estas historias en obras de arte contemporáneo aborigen. Estas obras son producidas a gran escala en la actualidad y tranzadas en el mercado del arte australiano e internacional en considerables sumas de dinero.
      En 1972 comienza a gestarse el movimiento de arte contemporáneo aborigen en Australia, inicialmente debido a la motivación que sintió el profesor de arte Geoffrey Bardon de proveer a los aborígenes de Papunya Tula (comunidad aborigen del desierto Australiano Central, adonde Bardon trabajaba como profesor de arte) de materiales y de espacio para que pintaran sus historias míticas en un soporte occidental: primeramente tablas de madera y posteriormente, lienzo. En comparación con los soportes tradicionales del arte aborigen australiano, los cuales son mayoritariamente arena de suelo y cuerpos de bailarines en ceremonias, los soportes occidentales tenían la ventaja de convertir las obras artísticas visuales aborígenes en creaciones permanentes, transportables y junto con esto, comerciables.

El mercado del arte: canal de inserción  
      No fue difícil la inclusión del movimiento de arte aborigen contemporáneo en el mercado del arte. En realidad, no hubo que hacer mucho esfuerzo, pues este estilo de representación visual tiene la particularidad de devenir un arte que es, para los ojos occidentales, placenteramente estético. Gran parte de la simbología empleada en las obras consta de sinuosas y divertidas formas que se calzan visualmente entre ellas. De esta manera, constituyen mapas tanto narrativos como geográficos. Mapas, que son misteriosos e imaginarios para quienes somos ajenos a su decodificación, sin embargo funcionales y narrativos para los miembros del clan o grupo linguístico aborigen al cual va dirigida esa historia pintada.
       Y es que cada obra es la narración visual de una historia mítica mediante iconografía tradicional, la cual en el arte contemporáneo aborigen es ocupada para representar los acontecimientos, personajes y lugares salvaguardados por estas historias. Así, por ejemplo, cuando la historia tiene relación con tormentas, como la historia presentada al comienzo de este artículo, pequeñas líneas rectas son usualmente ocupadas para representar nubes, mientras líneas más largas y ondulantes ilustran aguas de lluvia. Pequeños círculos se ocupan para representar pozas y orillas de ríos. Y así hay una carta iconográficay narrativa para cada obra de arte, la cual es parcialmente comunicada al espectador occidental para facilitar la comprensión de lo observado. Digo “parcialmente” porque, como ocurre en la mayoría de los saberes culturales que nos son foráneos, hay un porcentaje de información que no es comunicada a quien no pertenece a la cultura de origen, por considerarse demasiado significativa y vulnerable para arriesgarla al manejo de quienes no la poseen por descendencia y autoridad cultural. A este tipo de información se le denomina "conocimiento secreto", es decir, privativo de los miembros de la etnia. Los foráneos a la respectiva etnia podemos verlo ilustrado, pero no entenderlo. Así, a la función narrativa y geográfica de los códigos visuales de las etnias aborigenes australianas, se le suma una tercera función: la de proteger el contenido cultural reservado para quienes lo poseen por tradición.

Warlukurlangu
      Varios son los centros de arte  que han sido creados en comunidades aborígenes australianas. Estas organizaciones sin fines de lucro son las que en la actualidad facilitan, financian y fomentan la diaria producción y comercialización del arte aborigen australiano. Warlukurlangu Aboriginal Artists Association (www.warlu.com) es una de las más organizadas y lucrativas de entre las existentes. Su directorio está compuesto por una cooperativa de aborígenes del grupo linguístico Warlpiri y su administración por dos mujeres australianas de origen chileno, quienes hacen un notable trabajo. Su sede principal queda en la comunidad Yuendumu, del desierto australiano central.
     En ese lugar, artistas aborígenes pintan obras de arte que trascienden con creces los límites su territorio de origen, para dar a conocer al extranjero el arte de calidad que aún generan los aborígenes de este grupo lingüístico. Para la facilitación y mayor eficiencia de esta tarea, los artistas son asistidos por trabajadores “occidentales” en lo que respecta la parte logística y comercial. Este trabajo cooperativo es aún más admirable si se consideran el largo periodo de invasión y de opresión sufrido por todos los clanes aborígenes australianos bajo mando de los ingleses, quienes llegaron súbitamente a posicionarse como cultura dominante. Contra esta vigente amenaza, el arte aborigen se renueva y se mantiene como baluarte de las culturas aborígenes australianas que afortunadamente aún sobreviven hasta nuestros días. Las mismas culturas que se esfuerzan por no extinguirse en la voraz occidentalización de la que son víctimas desde hace aproximadamente dos siglos.  
       Sin duda, gracias al constante y prolífico trabajo de los pintores aborígenes, y gracias al mercado del arte que promociona y vuelve accesibles  las obras de estos artistas, la conservación y actualización de parte importante del legado cultural de estos gurpos étnicos se hace posible. Al menos en artísticos términos.

Ximena Jordán
Máster en Curaduría del Arte, Melbourne University
Licenciada en Estética PUC
ximejordan@gmail.com
Imágenes: Ximena Jordán. Algunas imágenes de obras de arte fueron tomadas con la cámara del centro de arte para fines laborales. Autorizada su publicación.
Más información:  en el sitio web del centro de arte Warlukurlangu: www.warlu.com